23.2.16

La pesca en Gibara, provincia de Holguín
Por Rafael (del foro CUBANOS DE PESCA)
Hoy quiero compartir una experiencia que adquirí con los campesinos de la costa rocosa en Gibara, la pesca con una vara de madera larga de aproximadamente 4 metros a la cual se le envuelve desde antes de la mitad un hilo fuerte de seda llamado retenida para prever su perdida si algún gran pez la quebrara, y que termina en una gaza en la punta de la cual pende un alambre de acero fino de acero y un anzuelo pequeño pero reforzado.
Cuando dominé esta técnica, que es barata y en la cual no pierdes plomos, nailon  ni anzuelos, prácticamente abandoné otros artes, y es que los resultados son superiores a la pesca a cordel. Esta pesca se basa en la realidad de que en la orilla de la costa a profundidades de 2 a 3 metros se acercan ejemplares de todo tipo, fundamentalmente de noche, a comer moluscos y otros seres del arrecife. Es necesario conocer los lugares propicios, arenales, playitas, cercanía de rocas sumergidas; utilizar carnada que le guste a los peces, maquey, camarón , jaiba movida, caracolia, y estar atento al tirón: la lucha con el pez tan cerca de ti es más que emocionante. Todos los días voy a pescar a la caída del sol y es raro el día que no consigo varias piezas medianas. Claro, esta pesca no es estática, hay que moverse por la costa, a veces utilizar engodo, en fin, aplicar las artes del pescador, pero es sorprendente el resultado. La mejor marea  en los puntos altos es la  llena y la noche la mejor hora, la luna debe estar chiquita o no haber, hay tirones de cuberetas o pargos jocuses que no  hay anzuelo que los resista, pero se pueden con buen alambre, vara y anzuelo alcanzar ejemplares hasta de 10 libras.
Usamos vara de Yaya, que es una planta que hay en Cuba  que da unas varas largas y rectas muy flexibles. La yaya es Oxandra lanceolata. Árbol de hasta 15 metros, perteneciente a la familia de las anonáceas. Johannes Bisse, en su Árboles de Cuba (1981, 1988), describe su distribución en toda Cuba e Isla de Pinos, así como en las restantes Antillas Mayores. “Árbol característico de la capa arbórea baja de los montes semicaducifolios”, dice esta docta fuente. Otra, muy destacada anuncia que forma extensas colonias llamadas yayales, “principalmente en las costas y en terrenos pedregosos, en el llano y hasta cierta altura en las montañas”. El dato viene nada menos que del Diccionario Botánico de nombres vulgares cubanos (1928, 1965), del Dr. Juan Tomás Roig, que informa lo que más nos convence: “Su empleo principal es para cujes de tabaco, para lo que no tiene rival. Además, se la emplea en varas y vigas de las casas rústicas”. Casas rústicas hay cada vez menos, que todo el mudo va en busca de la rígida placa hormigonada, ignorando como inteligentes habitantes que son de este agotado planeta, la utilidad del recurso natural. Pero en lo descrito por Roig ―que habría de bastar su nombre para no entrar en debate en materia vegetal cubana― implica una cualidad importante al pescador: es resistente y flexible. Y para no dejarlo sin decir, otra anonácea está imbricada en el historial de la pesca: el bagá, Anona glabra, cuya raíz veíamos en nuestra infancia emplearla para fabricar flotadores de redes en la costa sur habanera.
Las varas cortadas en menguante no se pudren,  pero puede ser otra vara incluso bambú aunque este es menos flexible, o sea que cualquier vara de madera flexible sirve, debe ser de 4 o 5 metros no más larga, y liviana, pues la pesca que hace es en el mismo borde de la costa, entre metro y medio y 4 metros de agua, el agua no muy clara, la retenida es un hilo de seda se anuda aproximadamente a un metro de la punta inferior y se envuelve en espiral hasta llegar al final que es el fuste de la vara o sea la parte más fina, la que mata al pez porque se dobla, esa parte es muy fina pero no debe quebrarse , esa vara se prueba flexándola al máximo, si hace un arco perfecto es lo más pescadora. Al final el hilo de seda se anuda al extremo quedando una gaza que cuelga  de ella, se pone un alambre de acero fino, debe ser alambre porque pesa y se hunde en el agua y la corriente hace bailar la carnada; nylon o hilo pescan mucho menos y hay que ponerle plomos. Además, el alambre es más resistente. Aquí utilizamos el que se utiliza para alambrar grandes anzuelos de agujas y otros grandes peces, llamado “siquillama”, mientras más fino el alambre, más pescador es. Será más o menos un metro menor que la longitud de la vara; el anzuelo es pequeño pero debe ser reforzado para evitar perder un buen pez, así garantizas los roncos, chopas, cabrillas , parguitos, cubereticas, cajizotes  de entre 1 y 3 libras y te entretienes, pero estas preparado para si te toca un cubereton de 8 o 10, un pargo jocu o un caballerote. Eso es de noche, de día puede ser una palometa.
Cuando un pez pequeño pica sientes el tirón y mantienes la vara firme, ella mima lo clava y luego lo subes hasta tu mano colgando, no tienes ni que levantarte para desenganchar , encarnas y vuelves a tirar. Si el pez es grande, y no te endereza el anzuelo en el primer estrechonazo, ya perdió legal. Con la vara flexionada lo trabajas hasta que se agote, luego la acercas al borde y lo levantas por el alambre ya que la vara no puede con ese peso. Yo quisiera ver cómo se comportan otras costas por eso me gustaría que ustedes probaran esta técnica.
Espero ansiosamente que termine de pasar el Norte que hace tres días tiene revuelto el mar, en esos días los peces se agitan, algunas especies arriban a la bahía,  comen poco porque están ocupados en capear el tiempo, y salen con hambre a la calma, momento que es poderoso para la pesca a vara, o sea la primera calma después de la mar revuelta, porque la mar revuelta y el oleaje conspiran contra le pescador de orilla si son excesivas, como también son malas y peligrosas la mar de leva, que te sorprende y empapa cuando estas sentado en un altico de costa, si no has calculado bien en donde te sientas.
Aunque la luna está un poco grande espero que algo se pueda hacer hoy y mañana. Sobre las 6 de la tarde, hora en que ya cayó el sol, estaré en posición, la marea estará llena, habrá más agua y más peces se acercaran a la orilla. No corresponde según las tablas de Marea y la teoría sol lunar (que si funciona) excelente picada a esa hora, pero la carnada suple el déficit; una posta de camarón saltarín o blanco, o mejor que nada de jaiba movida (jaiba que ha mudado el caparazón y está blandita, donada por mis amigos los chinchorreros del rio harán salir a los peces de debajo de la tierra).
La vara criolla, que tiene el mismo fundamento, la utilizan en Gibara para pescar en el rio, charcos y embalses, con la diferencia de que la línea es de nailon y tiene un corcho, la picada se ve, muchas tilapias y otros seres de agua dulce incluyendo las dichosas clarias que por cierto, crecen muy grandes porque aquí hay un centro de cría, se escapan y se están adaptando al agua salada ya que viven  dentro del rio y desembocadura. Mi criterio al respecto es que pez por pez da pez, lo malo es pez por contaminación que solo  da muerte y desolación en el mar.
En la vara para el mar, no se utiliza corcho, es una alambrada, la picada no se ve, pero se siente muy bien., o sea el esquema de la vara criolla publicado puede servir , si en lugar de nailon ponemos alambre. Me imagino esa pesca en una cayeria o en un lugar prolífico, de Pinar del Rio o el Sur, debe ser explosiva. Por eso quisiera que alguien probara, a fin de cuentas es un avío barato y fácil de hacer.
En la otra orilla del mar abierto y arrecife viven especies como los roncos boca de Yate, Cangrinados, blancos, etc, cajizotes, chopas , cabrillas, pargos jocú, cubereta y criollo, pasan de vez en vez ,rabirrubias, cojinúas, palometas, jureles, gallegos, macabíes,  es en ese lado en el cual funciona bien la vara, (y el spinning y el carrete) aquí puedes pescar desde un alto de la costa de forma sentado, o caminar por el borde plano donde rompe el mar en marea seca y sin olas grandes ,eso le dicen la explanada y es un camino de más o menos metro y medio a dos metros que aflora en marea seca; de ahí el borde cae a plomo dos o tres metros, es como un veril lleno de erizos, pulpitos, cangrejos , en fin vida , la cual vienen a depredar los peces grandes. La pesca de la Vara Criolla de Yaya se basa en la realidad de que estamos tirando lejos el cordel y el pez grande está a nuestros pies. El pescador tiene que tener vista de los lugarcitos oscuros y tranquilos donde este pez caza.

De Gibara, municipio del norte de la provincia de Holguín, nos están llegando algunos datos interesantes. La ciudad ha adquirido nombre en el ámbito cultural de algunos años a esta parte, por el Festival de Cine Pobre que en su ámbito se convoca. Como es ciudad costera, es sabido que alguna vez habríamos de tener a uno de los suyos en CUBANOS DE PESCA. La bahía de Gibara tiene una extensión de 7 kilómetros cuadrados y un perímetro costero de nueve y medio kilómetros lineales. “La costa occidental es alta y rocosa―leo en el Diccionario Geográfico de Cuba, 2000―, con segmentos de arena y casuarina; la meridional es baja, arenosa y  cubierta de mangles, en la cual desembocan los ríos Gibara y Cacoyugüin, y la oriental es alta y rocosa con vegetación de maleza”.

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